Experiencia espiritual

Esta semana tuvimos una grandiosa experiencia con una investigadora de 13 años. Su nombre es Monserrat. Su familia fue bautizada hace pocos meses y ella rechazó bautizarse. Ella ha ido a la capilla por varios meses pero su comportamiento era renuente al bautismo. Habíamos tenido varias lecciones con ella y cuando hablábamos del bautismo, ella se cerraba. Después vimos que una de sus metas era ser sellada en el Templo con su familia. Este martes estuvimos planeando la cita con Monse. Y vino a mi mente un video de la Iglesia que yo había visto en una conferencia de mujeres. Se trataba de los convenios que hacemos en el Templo y el primer convenio que es el bautismo. Nos acompañó a esta cita una hermana del barrio. Cuando llegamos, Monse estaba sola, y pienso que esto era parte de la preparación a la cita. MI compañera ofreció la primera oración, durante su oración sentí que debía hacer una oración en mi mente también para que tuviéramos el Espíritu con nosotros. Cuando empezamos la lección se me vino a la mente hablar de las metas que teníamos para el año siguiente y también metas para la eternidad. Una de sus metas era vivir con su familia para siempre. Pusimos el video y es cuando el espíritu entró. Empezamos a hablar del video con ella; la verdad es que no recuerdo exactamente mis palabras porque realmente no eran mis palabras, sino que eran del Espíritu. Le Invité a ella a ser bautizada y aceptó. Terminamos la lección con una oración arrodilladas y ella ofreció la oración diciendo si ella podía ser  bautizada el 7 de febrero. Yo sé que en esta lección no éramos las maestras pero el Espíritu le enseño a Monse esa noche. Como misioneros; nosotros necesitamos permitir que el Espíritu sea el maestro.